Si tienes identificado quién es tu cliente objetivo y qué oferta de valor le ofrecerás para solucionar sus necesidades, entonces ahora debes aterrizar, cómo lo llevarás a cabo.
Tiene que existir total coherencia entre lo que planteas solucionar y el propósito de tu negocio.
La decisión de cómo lleves a cabo el mismo, será el factor que asegurará tu éxito, pues, será consecuencia de lo que experimenten tus clientes.
Tus procesos
Tu oferta de valor puede ser una genial idea, pero debes asegurarte que llegue a tu cliente de forma simple, oportuna y con transparencia.
Allí es donde cobra importancia tus actividades, tanto en la pre venta, venta y post venta.
Siempre gestiona y controla tus procesos. Mira cuánto demora cada paso, quién es el responsable, cuánto genera cada actividad, etc. Si no tienes un sistema, hazlo usando Excel o incluso con un cuaderno de notas.
Tus canales de venta
Lo qué más buscamos es que nuestra empresa crezca y para ello necesitamos vender más.
¿Tienes el equipo correcto? ¿Venta presencial o remota? ¿Equipo propio o tercerizado?
Todas las alternativas son viables, todo depende de la oferta de valor que has definido y del modelo de negocio que has previsto.
Recuerda, tu equipo será el primer contacto con tu cliente potencial.
¡Refuérzalo siempre...!!!
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