Al iniciar tu negocio o un proyecto empresarial es imprescindible tener claro:
¿A quién vas a atender?
¿Quién es tu cliente?
¿Qué necesita?
¿Cuáles son sus necesidades?
¿Lo tienes claro?, ese debe ser tu punto de partida.
Si tienes un producto o servicio ya en mente, mira a quién puede ayudar?, quién lo puede necesitar?. Una vez identificado el cliente, profundiza en los detalles:
¿por qué lo necesitaría?, ¿por qué podría elegir tu producto?, ¿dónde compra?, ¿cómo es su estilo de vida?, ¿cuáles son sus costumbres?
Mientras más conozcas a tu cliente, más oportunidad de éxito tendrás, para ofrecerle tu producto, para comunicarte con él o ella, para darle el servicio personalizado que busca, etc. A veces no necesitas tener todo un estudio de mercado para ello, pero si mucha observación y compromiso con tu proyecto empresarial.
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